Según estudios, la mayoría de los chilenos leemos poco, no comprendemos lo que leemos y menos sabemos interpretar instrucciones.
Es por esto que los "genios" que tenemos como regentes de esta larga y angosta faja de tierra ubicada en el ultimo lugar del mundo, han ideado un plan de fomento a la lectura para las personas de escasos recursos denominado "maletín literario"; los cuales contendrán un atlas, un diccionario y libros de literatura universal, estos libros serán elegidos a través de un concurso, donde las propuestas son enviadas por las editoriales a un jurado.
Entre las propuestas para integrar el maletín figuran obras clásicas como ’El Quijote de La Mancha’, de Miguel de Cervantes, o ’Cien años de Soledad’, de Gabriel García Márquez, o las chilenas ’Hijo de Ladrón’, de Manuel Rojas, y algunas partes de la saga del personaje infantil ’Papelucho’, de Marcela Paz.
Todo esto tiene un costo de 11 millones de dolares y que beneficiara a 400 mil familias de Chile. Pues bien, todos sabemos que estos libros los podremos encontrar en alguna feria del libro o un plaza, a bajos costos. la razón: los chilenos beneficiarios de este dichosos plan tendrán la genial idea de lucrar con estos libros. entonces ¿es bueno gastar este dinero en algo que sabemos que no funcionar?. Existen mejores planes para fomentar la lectura como por ejemplo:
- La construcción de bibliotecas dedicadas a la lectura.
- Arreglos de bibliotecas en los establecimientos educacionales, que si bien no otorgan la garantía que los alumnos se sientan incentivados por la lectura, por lo menos el medio existe.
- la implementación de subtítulos(en español por supuesto) en programas televisivos extranjeros habladas en otros idiomas emitidos por television abierta (implementación exitosa en países como finlandia).
Este plan solo fomentan una cosa, que las editoriales obtengan un negocio redondo y que los pobres obtengan beneficios monetarios de estas medidas "culturales". esto es por que a mi parecer y percepción al pobre le conviene ser pobre.
"El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor"
3 comentarios:
buen punto. Al pobre le conviene serlo. De hecho no lo había mirado de esa manera - un poco frívola - pero ni tan ficticia. Respecto a la lectura... no es raro que hayan miles de proyectos a lo largo de la historia que han sido nefastos. Y es triste saber que todo lo relacionado con lo cultural queda aplastado por la televisión basura, la farándula y todas las cosas inservibles que se muestran a destajo en cualquier parte y parecen más atrayentes que sentarse tranquilamente a leer un libro, cosa que a mi juicio es casi un nirvana criollo. En fin. Sólo queda que nosotros -personas con algo más de conciencia- cultivemos en nuestras futuras familias el placer de leer y no una imposición a tal acto de abrir un libro sin valorar realmente la enseñanaza, el contenido y la autonomía de la imaginación como constructora de ese mundo que nos aparta un poco de la rutina.
Saludos
si quieres visitar mi blog de opinión
htpp://columna-sugestiva.blogspot.com
cuidate
adiós
DANIELA TORO.
Sinceramente creo que si la piratería de libros creciera en Chile, muuuuuuuuchos más chilenos comprarían libros. Si, es delito... pero la otra solución es quitarle el impuesto a los libros. ¿y cuál es la más probable? En este caso puntual, yo me inclinaría a escoger un libro apuntandolo con el pie.
http://www.rincondevito.com
Por cierto si alguien me regalara una plancha, no significaría en absoluto un incremento sistemático de mis capacidades domésticas. Aun si , en un arrebato de inspiración artística, el generoso benefactor de la presentación personal decidiera regalarme una plancha a carbón por sus innumerables propiedades contra las arrugas y su increíble compromiso estético como artefacto de colección. Será probablemente este último el uso escogido por mí para tan particular regalo, es más, podría asegurarles que combinaría muy bien con espacios intrascendentes de mi hogar. Pues bien, es claro que el sólo hecho de recibir un generoso regalo no garantiza en absoluto su valoración más allá de la gratuidad con que se entrega.
Por el contrario un regalo impuesto puede ser signo de molestia y contrariedad para quien lo recibe ( si no me cree , regale a su señora un artefacto como el mencionado o algún otro utilitario gastronómico en su aniversario).
Es por lo anterior que el sentido común nos indicaría que un regalo ha de considerar no solo lo que creemos sea lo mejor para el otro sino sus intereses y por supuesto su predisposición a usarlo o valorarlo.
Esa lógica también nos indica que en lo posible dicha empatía se traduzca en un ejercicio directo o indirecto de libertad como manifestación de confianza y vínculo. Todo esto valga para tratar de entender los fundamentos o la falta de alguno de ellos en la legítima discusión en torno al maletín literario. Pensar que por el solo hecho de entregar un set de libros vamos a fomentar la lectura es subestimar las grandes necesidades en el aprendizaje y la transferencia cultural en sectores más deprivados. Por cierto que contribuye, pero en absoluto resuelve el problema de fondo que es motivar la lectura como herramienta de desarrollo personal e inserción laboral, mediante la adquisición de hábitos y competencias que proporcionen las capacidades para entender el entorno y fomentar el diálogo.
Otro elemento que requiere revisión es la configuración del maletín de manera dirigida y centralizada con el aporte de expertos. No se puede generalizar en realidades tan heterogéneas, conviene diagnosticar particularidades a nivel provincial o regional en especial para definir contenidos más cercanos al entorno inmediato del lector a fin de reforzarlo en su cotidianeidad .
Asimismo es discutible que el proceso de selección refuerce un solo tipo de enseñanza en circunstancias de la existencia de distintas modalidades.
Por último, es conveniente crear mecanismos de inserción curricular del maletín salvaguardando en lo sustantivo la libertad de elección a través de los consejos escolares.
Sin duda proporcionar recursos a la lectura es un gran avance que debe ser ampliamente estimado, pero es condición hacerlo con el mayor impacto y eficiencia de ellos.
El libro es fuente inagotable de riqueza intelectual pero también es piedra angular de nuestro desarrollo humano, escribimos porque sabemos que no estamos solos, porque hay alguien con quien queremos comunicarnos.
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